El escrutinio de la biblioteca del bueno de Alonso Quijano ("Don Quijote de la Mancha")

 "Pidió las llaves, a la sobrina del aposento donde estaban los libros autores del daño, y ella se las dio de muy buena gana. Entraron dentro todos, y la ama con ellos, y hallaron mas de cien cuerpos de libros grandes, muy bien encuadernados, y de otros pequeños; y asi como el ama los vio, volviese a salir del aposento con gran priesa, y tornó luego con una escudilla de agua bendita y un hisopo, y dijo:

-Tome vuestra merced, señor licenciado; rocíe este aposento, no esté aquí algún encantador de los muchos que tienen esos libros, y nos encanten, en pena de las que les queremos dar echándolos del mundo.

Causó risa al licenciado la simplicidad del ama, y mandó  al barbero que le fuese dando de aquellos libros uno a uno, para ver de que trataban, pues podía ser hallar algunos que no mereciesen castigo de fuego. 

-No- dijo la sobrina-, no hay para qué perdonar a ninguno, porque todos han sido los dañadores; mejor será arrojarlos por las ventanas al patio, y hacer un rimero dellos, y pegarles fuego, y si no, llevarlos al corral, y allí se hará la hoguera, y no ofenderá el humo. 

Lo mismo dijo el ama: tal era la gana que las dos tenían de la muerte de aquellos inocentes; mas el cura no vino en / ello sin primero leer siquiera los títulos. Y el primero que maese Nicolás le dio en las manos fue Los cuatro de Amadís de Gaula, y dijo el cura:

- Parece cosa de misterio esta: porque, según he oído decir, este libro fue el primero de caballerías que se imprimió en España, y todos los demás han tomado principio  y origen deste; y asi, me parece que, como a dogmatizador / de una secta tan mala, le debemos, sin escusa alguna, condenar al fuego....." (Miguel de Cervantes Saavedra. El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha". Ed. Lit. Luis Andrés Murillo. Madrid, Clásicos Castalia, 1964. Libro I. PP.109-111)

Escojo el comienzo del capítulo VI del primer libro de "El quijote" para celebrar el 23 de abril, día internacional de libro, la lectura, comercio librero y las bibliotecas. 

El escrutinio del cura, el barbero, la ama y la sobrina del bueno de Alonso Quijano  representa uno de los retablos costumbristas de la época de Miguel de Cervantes. Todo el Quijote es un relato de la vida, usos y costumbres de la España del siglo XVII, magistralmente expresado por la maestría de la pluma de Cervantes. 

En tiempos de Cervantes los tribunales del Santo Oficio de la Inquisición Castellana juzgaban todo tipo de cosas, tanto en el orden civil como en el religioso.  Una de sus actividades mas conocidas era someter al "juicio de Dios"  la salvación de las almas pecadoras, mediante la hoguera expiatoria. No solo quemaban a los pecadores, o acusados de ser pecadores; si no también se arrojaban a la hoguera libros considerados peligrosos, de autores pecadores o heréticos, de contenidos contrarios a la doctrina oficial de la Iglesia, o simplemente por ser poco convenientes a las "mentes de los simples".  

Este capítulo del Quijote, de manera amable, se ridiculiza el "escrutinio" que la iglesia (representada en el cura) hace de la biblioteca de Alonso Quijano, donde se condena a muerte en hoguera ("la muerte de aquellos inocentes") a grandes obras de la literatura universal. Un escrutinio que cuenta con el visto bueno de la autoridad civil (representada en el licenciado) cuya formación universitaria le acredita para valorar el escrutinio. También está presente el barbero, que era el médico de la época, cuyo objeto era determinar si la lectura de libros de caballerías podía o no perjudicar la salud de su paisano Alonso Quijano. 

Finalmente está el ama y la sobrina. En este caso se refleja la cultura patriarcal de la época, presentando a la mujer como un ser inferior al hombre, ignorante, beata y menor de edad.  Cervantes las presenta como abanderadas  adoctrinadas a favor de la hoguera expiatoria y fanáticas en lo que a juicio divino se refiere. Incluso su rebeldía con los hombres del relato debió causar un gran escándalo en la época de Cervantes. En esa misma línea le otorga al cura el don intelectual y al licenciado, el don de la curiosidad, dejando al barbero el papel del escéptico. 

Quemar libros ha sido a lo largo de la historia una constante en regímenes totalitarios. La teoría que un libro puede condicionar la mente de un individuo, es sumamente peligroso para las autoridades de ese régimen. Los libros abren la mente, liberan de prejuicios y le permite al individuo acceder al conocimiento. Un libro es para algunos un "arma de destrucción masiva".  La inquisición castellana y romana en la Edad Moderna (Siglos XVI-XVIII) temía que la expansión de la imprenta pudiera elevar el nivel cultural de la población, favorecer al alfabetización y facilitar el acceso al conocimiento sin restricciones. 

Pero también vemos quemar libros en la época contemporánea (S.XVIII-XX), en la retina de todos estuvo esa salvaje quema de libros en la Alemania Nazi (Opemplatz. Universidad Humboldt. Berlín. 10 de marzo de 1933) . Querían destruir las ideas contrarias al ideario nazi. Al igual que asesinaban y quemaban industrialmente a los judíos en los campos de exterminio; quemaban los libros de autores judíos, comunistas, homosexuales y de intelectuales alemanes que no concordaban con el dogma nazi.  Quemar libros se justificaba como forma de quemar ideologías y culturas "perversas" en hogueras expiatorias. 

Pero también se dio en regímenes comunistas y en otros muchos lugares donde el totalitarismo y el fanatismo ideológico se imponen.  Quemar libros es una forma de acabar con la cultura y la libertad. 

Aun quedan profesionales del escrutinio para mantener a la gente ignorante, analfabeta e inculta para poder manipularla a su antojo. Para ellos solo existe una realidad, la suya. Todas las demás realidades son falsas y deben ser aniquiladas. Los libros son peligrosos porque evitan el adoctrinamiento, el dogmatismo y el fanatismo. Forman a las personas, les enseña a pensar por si mismas y les capacita para afrontar los intentos de adoctrinamiento.   Libera al ser humano dándoles herramientas para no dejarse seducir por los propagadores de dogmas totalitarios y mesiánicos. 

Hoy día internacional del Libro, las lectura, el comercio librero y las bibliotecas compra un libro y regálalo a quien quieras. Ya sea un libro en papel o digital,  Expande la libertad que da el libro. Combate a los nuevos inquisidores y censores con argumentos y conocimiento. Recuerda la vida es diversa y plural.  Leer en libertad, además de ser un placer, es una forma fácil de vivir en libertad. 

Feliz día del Libro! Mi recuerdo a los autores y autoras de cualquier nacionalidad que con su trabajo hacen posible la libertad, la democracia y el desarrollo de la cultura. 















Comentarios

Entradas populares