Libertad, Libre Albedrío, Libertinaje conceptos muy usados y escasamente poco conocidos
El título de mi blog ya lo incorpora, la Libertad es el resultado de ser libre. Solo siendo libre es posible que exista libertad y por tanto se merece el mayor de los elogios.
En 1972 el escritor Luis Rosales Camacho (1910-1992) considerado uno de los exponentes de la llamada "Generación del 36" escribió un ensayo sobre la libertad llamado " Teoría de la Libertad" que merece la pena comentar hoy que tanto se habla de "libertad" o de la ausencia de ella.
Al igual que muchos otros pensadores orteguianos y vanguardistas del siglo XX, considera que el ser libre viene dado de fábrica, desde el mismo instante del nacimiento. Nacemos libres y libres somos hasta que fallecemos e incluso una vez muertos seguiremos siendo libres. La libertad es por tanto constitutiva del ser humano.
En este sentido el ser libres nos faculta para modelar nuestra propia personalidad y nuestra conducta social, nuestro pensamiento, convicciones y creencias, nuestra forma de contemplar la vida y nuestra propia visión del mundo.
Es natural que el ser humano evolucione a lo largo de su existencia y por tanto cambie su personalidad, conductas, pensamientos... pero aunque cambien las versiones de uno mismo; nunca cambiará la esencia de uno mismo. Ser libres le permite al ser humano optar y elegir que camino desea tomar en la vida, lo hace conscientemente y libremente.
El ser humano es gregario por su propia naturaleza biológica. El ser humano vive en sociedad. El ser humano libre debe conducirse en sociedad consciente de su propio ser libre. Debe comportarse conforme a su propio modo de ser. Al mismo tiempo debe conducirse por la vida respetando a otros seres humanos, que al igual que uno, son también libres de nacimiento. Si uno no actúa conforme a su propia forma de ser, dejará de ser libre en sociedad, dado que se auto esclavizará con las convenciones y apariencias sociales, ajenas a su propia forma de ser. Representara un papel que distorsionará su propia personalidad, su propio ser, su avatar.
Ser libre es el principal pilar de nuestro ser, en torno a esa libertad gira toda nuestra vida, es lo que nos da consistencia, es lo que forma nuestra propia ética y moral. La convivencia con otros seres humanos, nos permite vivir en sociedad siendo libres. Lo que llamamos convivencia no es mas que un trasvase de nuestro propio ser hacia el exterior y del ser de otros seres humanos del exterior hacia nuestro propio interior. Si ese trasvase no existe, no existe convivencia posible.
A lo largo de la vida humana la identidad libre de cada uno se manifiesta de forma real mostrando el verdadero rostro de la persona; o por el contrario creando avatares para mostrar una realidad alternativa a la real. Usar el verdadero rostro sin duda mostrará que eres libre. Usar un avatar, no lo hará. Por supuesto que un ser que es libre tendrá voluntad para mostrarse libremente o para camuflarse detrás de un avatar. En las redes sociales y en los juegos de rol por internet, el avatar suele ser mas frecuente que la realidad. En todo caso su creador decidirá, elegirá u optará libremente.
Algunos llaman valentía a mostrar el rostro real, la propia identidad personal, la propia personalidad, el propio ser. Creyendo que de esta forma serán más libres, aunque ya lo eran antes de decidirlo. Y llaman cobardía a crear avatares que escondan el propio rostro o personalidad. Aun así la propia identidad acabará aflorando la mayor parte de las veces. Cobarde o valiente, la persona seguirá siendo en esencia libre y seguirá viviendo conforme a sus propias convicciones, ética y moral.
Las relaciones sociales humanas son muy complejas, porque complejo es el ser humano. A veces la libertad de uno choca con la libertad del otro. A veces hay quienes quieren expandir su propia libertad a otras personas anulando o apropiándose aparentemente la libertad de estas, en provecho de un supuesto fin mayor.
El ser humano entre sus atributos tiene la capacidad de pensar, de razonar, de creer, de sentir. San Agustín de Hipona (354-430) afirmaba que el "libre albedrío" es la "facultad de la razón y de la voluntad por medio de la cual es elegido el bien, mediante el auxilio de la Gracia y el mal, por la ausencia de ella" .
Según Luis Rosales, el "libre Albedrío" es distinto del concepto de Libertad. La voluntad aspira a una mayor dosis de libertad que la que le viene dada por nacimiento. El libre albedrio puede o no contener la realidad de la identidad de la persona, su ser; es decir, su consciencia de ser libre. Pero va mas allá al incorporar una libertad que aun no posee, que no le ha venido dada de origen. En esa ambición por la libertad que no se posee, puede acabar por crear una libertad artificial, es decir un avatar. No es su propia libertad en definitiva, posiblemente sea la de otro u otros, o simplemente ha creado una libertad ficticia.
Un principio ético es aquel por el cual el ser humano se limita a si mismo en su libertad personal para respetar la libertad ajena. Hablamos de la conducta humana en sociedad. Un principio que exige responsabilidad, convicciones sólidas y coherencia.
Además de las reglas consistentes que uno mismo se autoimpone para preservar su libertad personal; existen reglas de conducta que se forman por convenciones sociales y protocolos específicos para asegurar la convivencia de todos, respetando las distintas libertades humanas de la sociedad para las que se crean estas reglas. En estos principios éticos generalmente se fundamentan los derechos y las libertades en una sociedad. La ética está en la base del constitucionalismo y parlamentarismo actuales, en la base de la democracia actual. Seres humanos libres que acuerdan libremente como gestionar sus libertades en sociedad y fijar las bases para su convivencia.
En la segunda parte del libro de Luis Rosales se habla de las distintas formas de apropiarse de la libertad ajena. De como el Libre albedrío y el Libertinaje condicionan la formación de personalidades inconsistentes y poco dadas a la convivencia en sociedad. Aquellos que ambicionan una libertad que no es propia, sino ajena, no se rigen por la ética o la moral establecida; sino que siguen el instinto del "Libre albedrío" o el abuso de la libertad ("Libertinaje") que le ha sido dada desde su nacimiento.
La ética y en gran medida la moral, nos obliga a tener en cuenta en todo momento el respeto a la libertad ajena a la nuestra, nos obliga a ser responsables, a tener claras nuestras convicciones personales y a ser coherentes.
Al no tener en cuenta la ética, el "libre albedrio" puede generar conductas irresponsables, personalidades inestables y comportamientos complejos, destructivos o conflictivos. A menudo esta situación puede generar conflicto y ese conflicto agravarse en el tiempo hacia la ira y el odio. De ahí al fanatismo o al integrismo hay un solo paso. En este punto la violencia es un recurso válido para justificar su libre albedrío o libertinaje. Así suelen comenzar las guerras, revoluciones y golpes de estado entre humanos.
El hombre es libre y es un ser social también. Pero en su libertad el hombre puede elegir entre vivir conforme a su propia libertad, respetando las ajenas; o bien vivir en libertad, sin respetar las ajenas. Depende de la voluntad humana. La convivencia solo es posible si en la practica se auto imitan las libertades personales, sin negar la libertad personal ("tu libertad acaba donde comienza la mía") y hay garantías de derechos a la libertad individual (en reconocimiento al derecho a ser libre).
A lo largo de la historia ha habido un debate sobre si la libertad es un derecho o si la libertad es un privilegio.
En la antigua Atenas griega y en otras ciudades-estado del ámbito griego, se inventó la democracia que se basaba en el principio ético que el ser humano era libre por nacimiento y que la convivencia era la mejor forma de evitar los conflictos y las guerras.
En la antigua Roma un ser humano adquiría la condición de Ciudadano libre, en base al cumplimiento de determinados requisitos o por haber nacido en una familia considerada libre socialmente. Para los romanos el ser libre era un privilegio reservado a unos pocos. El cristianismo chocó con el imperio Romano, no por cuestiones políticas, sino por que afirmaban que con carácter general todos los seres humanos eran libres, porque esa libertad le había sido entregada por Dios al ser humano al nacer. El cristianismo convirtió un privilegio en un derecho. Por eso fue perseguido en sus primeros trescientos años de existencia.
En la Edad Media, en la zona romanizada, se seguía considerando un privilegio ser libre. El regimen feudo-vasallaticos se basaba en el derecho romano aplicado al derecho canónico de la Iglesia Católica Romana. En teoría todos eran libres, pero socialmente no tenían esa consideración. La Iglesia, la corona, los nobles, se arrogaron el derecho a decidir quien era libre o quien no lo era.
A partir del siglo XVI los misioneros dominicos, jesuitas y franciscanos en la américa hispánica, reabrieron el debate en este caso por los derechos de los indígenas. Si bien la legislación colonial les atribuía la condición de seres humano libres, y por tanto seres humanos con derechos, en la practica eran "encomendados" a nobles o misioneros para "cristianizarlos y civilizarlos" . Fray Bartolomé de las casas y muchos misioneros jesuitas después acusaron a los "encomenderos" de la practica de esclavizar a los indios encomendados. Si bien muchas de esas acusaciones fueron llevadas a los tribunales, los jueces generalmente inquisidores, acababan condenando a los acusadores y no a los acusados. La esclavitud era necesaria para mantener la economía de las haciendas y plantaciones. Los portugueses no siguieron estas normas, por lo que la esclavitud siguió existiendo en sus colonias.
Cuando en el siglo XVIII con las luces de la razón se comenzó a debatir éticamente y moralmente sobre la esclavitud, surgieron personalidades a favor y en contra de esta práctica. En general se consideraba en esta época que Dios creó al ser humano libre a su imagen y semejanza. Por tanto la cuestión no estaba en si los esclavos eran libres o no; sino si los esclavos eran seres humanos o mercaderías. Desde el punto de vista ético y sobre todo moral, el esclavo debía ser considerado como ser humano, en tanto criatura creada por Dios.
Por tanto debían ser considerados seres humanos libres y ese reconocimiento debía tener reflejo en el derecho para asegurar la convivencia. Sin embargo los dueños de los esclavos, los distribuidores de esclavos y los compradores de esclavos, es decir los propietarios del negocio de la esclavitud, los consideraban mercancías. Ellos se negaron a reconocer la humanidad del esclavo y en consecuencia a negarle el derecho a ser libres. Este choque dio lugar a mas de un conflicto armado.
En el siglo XIX se habló mucho sobre la libertad y sobre los derechos a la libertad. Existieron corrientes denominadas "liberales" que en origen se refería a todo aquel que no seguía las normas establecidas. Es decir aquel que seguía la doctrina del libre albedrio. Generalmente se le identificaba como "revolucionario". También se les consideraba "liberales" a aquellos intelectuales que defendían su propia libertad personal para expresarse libremente en sociedad, pero respetando la libertad ajena. La mayoría de ellos se agruparon en sociedades secretas y logias masónicas. Seguían principios éticos y morales propios, pero no entraban generalmente en contradicción con los establecidos socialmente. Pedían libertad para pensar, creer y vivir libremente. Pedían su reconocimiento a su derecho de nacimiento de ser libre.
En el siglo XX el debate se ha sustentado en la necesidad de convivir en paz y armonía y para hacerlo es preciso que los principios éticos afirmen que el ser humano es libre desde su nacimiento y que es además libre para decidir, elegir y optar el régimen político que sirva a la convivencia ciudadana, que evite guerras y conflictos. Durante todo el siglo XX la democracia se instaló como mejor sistema de convivencia. Es cierto que no todos los regímenes aceptaban la convivencia, otros no deseaban que hubiera tal convivencia. De ahí que la situación degeneró en dos guerras mundiales y en infinidad de micro guerras civiles, étnicas, ideológicas y económicas, golpes de estado y revoluciones de todo tipo.
Hoy la sociedad en general busca la paz y la convivencia. La estabilidad y el progreso de sus estados. nadie duda ya hoy que el ser humano es libre por nacimiento y que esa libertad conlleva responsabilidad y límites. Que para que haya convivencia es necesario acordar los limites de las libertades individuales pero respetando este derecho fundamental a ser libres individualmente.
Hay gente que lo acepta y otras que no. La cuestión diferencial con respecto al siglo XX, es que hoy nadie duda del derecho a la libertad individual y a su ejercicio en sociedad.
Finalmente la ética determina el comportamiento de individuos en sociedad. La libertad exige responsabilidad, la convivencia respeto a los derechos fundamentales del individuo. El ser humano siempre será libre, aunque algunos irresponsables lo nieguen. La mejor forma de combatir a los irresponsables es hacerles ver que no tienen el derecho a apropiarse de la libertad de nadie. Nada justifica esa apropiación.
"Mi libertad se termina donde empieza la de los demás" (Jean-Paul Sartre)
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