La Transición Española. I parte

A raiz del falleimiento del Presidente Adolfo Suarez, primer presidente de la democracia española, quiero hacer en varias entradas, una aportación personal como historiador sobre aquel dificil periodo de la "Transición" que medió entre 1975 y 1982.

El 20 de noviembre de 1975 fallecía tras una noche toledana en el destartalado dispensario del Palacio del Pardo de Madrid, y un rocambolesco traslado a la Clínica de la Paz,  el entonces Jefe de Estado, Francisco Franco Bahamonde. Conforme a la Ley de sucesión de 1969, se proclamó con caracter interino a Juan Carlos de Borbón y Borbón, Príncipe de España, como nuevo jefe de estado provisional.  Dos dias despues de la muerte del dictador fue proclamado oficialmente en las cortes franquistas como Jefe del Estado "a título de Rey" (1º coronación).

Desde 1971 (Crisis inmobiliaria y del turismo) los problemas se fueron sucediendo en el regimen franquista al tiempo que el dictador agonizaba por sus enfermedades.  El Principe de España comenzó a mover ficha atrayendose a opsoitores moderados que se hallaban en los aledaños del régimen, al tiempo que se acercaba al entorno del "Caudillo" y sus negocios poco claros. Don Juan, padre del príncipie y pretendiente a la corona, así como el Jefe de la Casa Real en el exilio, movia ficha en Londres y Paris, para afianzar a su hijo en el camino del trono llegado el caso.  Las fuerzas de izquierdas clandestinas (de dentro y de fuera) movian ficha a nivel de calle a través de los sindicatos camuflados y células políticas.  Los carlistas comenzaban una guerra entre ellos mismos por su cuenta.

Pocos días antes de la muerte se había producido la "marcha verde" promovida por el rey de Marruecos y cuyo resultado fue la ocupación de la provincia del Sahara Occidental (con estatus de Colonia para la ONU) y el vergonzoso abandono gubernamental de aquel territorio y de aquellos españoles.

En este ambiente las cosas no pintaban nada bien, había riesgo serio de guerra civil.  Don Juan CArlos andó con prudencia, dejando las cosas como habían quedado tras la muerte del Caudillo, pero progresivamente fue cambiando aquellos obstáculos hacia  la voladura desde dentro del Régimen. Se fijó en un jóven politico, al frente de RTVE en aquel momento y que había sido anteriormente Secretario General del Movimiento, además de proceder de la línea "joseantoniana" de Falange Española. Ese jóven era Adolfo Suárez.

Juan Carlos I - investido de poder absoluto como nuevo caudillo -  lo puso al frente del gobierno en 1976, con un elenco de políticos aperturistas.  Su misión: lograr la Reforma política del Régimen aprovechando los resquicios legales del propio régimen ( de "La ley a la ley").

Una tarea nada facil de digerir.  Como objetivo secundario, contactar con todas las fuerzas políticas de distinta ideoloía y signo político para lograr la reconciliación de las "dos españas", cosa tampoco fácil. Finalmente necesitaba un mando militar lo suficientemente franquista para tranquilizar al "Bunker" y lo suficientemente aperturista para facilitar la reforma política sin algaradas militares.

Progresivamente los aperturistas o reformistas del régimen fueron acostumbrandose a la libertad que proporcionaba la Ley de Asociaciones Políticas.  El primer partido en formarse fue Alianza Popular (9 de octubre de 1976) a cuyo frente estaba Manuel Fraga Iribarne, antiguo Embajador de España en Londres y Ministro de Información y Turismo durante el ultimo gobierno franquista. Representaba a las fuerzas monarquicas conservadoras.A esta formación siguieron otras.

Con las leyes de anmistía muchos presos políticos salieron a la calle, engrosando las formaciones aun ilegales de izquierdas que ya actuaban abiertamente en las grandes ciudades.  El rey  intensificó su agenda internacional para  hacer ver a la comunidad internacional la vocación democrática de su reinado.  Don Juan, aun pretendiente a la corona,  consideraba que aun siendo el legitimo sucesor de Alfonso XIII, su hijo estaba caminando hacia la democracia y la reconciliación.

El 4 de enero de 1977 las cortes franquistas aprobaban la Ley de Reforma Política con el 77% de los votos. La ley convertía la dictadura en un régimen pre democrático. El exito de las maniobras palatinas dio su resultado. El rey  y adolfo suárez tenían el camino despejado para la voladura sistemática del régimen.   El amplio apoyo alcanzado sorprendió al "Bunker" que quedó en estado de shock y significó para ellos la muerte política.  Tras la aprobación tocaba la ratificación por el pueblo español en Referendum.  La respuesta fue unánime ganado el Si por mayoría aplastante.

Para poder abrir un proceso constituyente era preciso que la reconciliación de los españoles fuera real y para ello había que legalizar los partidos ilegalizados, principalmente los de izquierdas. Adolfo Suarez creó una coalición de partidos instrumental para pilotar todo el proceso, la UCD.  Alianza popular  y otros partidos de centro y de derechas moderadas estaban conforme con el proceso. El PSOE a priori tambien estaba conforme si el proceso constituyente era verdaderamente democrático. No tenía problemas en reconocer a la monarquía constitucional prevista.

En el Bunker las cosas se habían degradado. Habían formado un bloque en torno al Frente Nacional y la agonizante FET de las JONS.  Una parte del falangismo había creado Falange Auténtica con el ideario original de José Antonio Primo de Rivera, adecuado a los nuevos tiempos.  El bunker perdía su base social.

El 23 de abril de 1977 Suarez y el Rey conseguían convencer a Santiago Carrillo, Secretario General del PCE,  para que aceptase la hoja de ruta. La cuestion ya no estaba entre República o Monarquía, sino entre Dictadura o Democracia.  Para evitar una confrontación en via muerta, aceptó la propuesta traicionando sus ideales.

Entre mayo y junio de 1977 Don Juan abdicó formalmente y discretamente en el Palacio de la Zarzuela, de sus derechos dinásticos y de la Jefatura de la Casa Real en su hijo el rey Juan Carlos I (2º Coronación).  Lo cual solucionaba el problema generado por Franco al saltarse el orden sucesorio.

El 15 de junio de 1977 el último presidente de la República en el exilio (José Maldonado, 1971-1977) emitía un decreto presidencial por el cual se disolvía formalmente la II República y aceptaba la dimisión del gobierno republicano en el exilio en pleno ( presidido por Fernando Valera  Aparicio, 1971-1977).

Finalmente las dos ramas del carlismo aceptaron como rey legíttimo de España a Don Juan Carlos I.

Todo listo para la Constitución de 1978. aprobada por las cortes democráticas, refrendada por el pueblo y sancionada por el rey el 28 de diciembre de 1978. El rey se convertía en rey consttucional (3º Coronación).

Continuará...














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