La "Generación Egebera" (1970-1997): Parte I. La Ley de 1970
Estrictamente hablando la
denominada hoy como “Generación Egebera”
la forman todas aquellas personas que
estudiaron en España al amparo de la “Ley General de Educación y de financiamiento
de la reforma educativa” aprobada en 1970
(Ley 14/1970 de 4 de agosto. BOE
nº 187 de 6 de agosto)
Dado que el inicio en la E.G.B. conforme
dictaminaba la ley era a los seis años de edad, comprendería a todas aquellas
personas que habrían nacido entre 1964 y
1976. Esta generación “Egebera”
habría pasado su adolescencia (en el B.U.P. y C.O.U. – entre los 14 y 18
años) entre los años 1978 y 1990, es
decir en la hoy mítica década de 1980. Hoy la mayoría ronda entre los 40 - 52
años de edad.
Al ministro José Luis Villar
Palasí (Ministro entre 1968 y 1973) le debemos el impulso de la última reforma
educativa del franquismo y el nacimiento de la famosa sigla E.G.B. que define a
toda nuestra generación.
Leyendo el preámbulo de la ley,
aquella fue sin duda una de las reformas del franquismo mejor hechas y con
visión de futuro; aunque obviamente el espíritu de la naturaleza doctrinaria
del régimen aun impregnaba el texto legal.
Seis fueron las causas que motivaron esta ley y que se vieron
reflejadas en un “libro blanco” publicado en 1969.
- a) Aumento de la población escolar en los niveles de secundaria y universitaria como consecuencia del aumento de población experimentado en los años 50 y 60.
- b) Falta de infraestructuras adecuadas para atender a la población estudiantil pre universitaria.
- c) Falta de formación del profesorado y metodología educativa anclada en el pasado
- d) La necesidad de tener títulos académicos “como plataforma para poder situarse en sociedad” (Gerardo Pérez –Jiménez Peña “Las Cooperativas de enseñanza en España”).
- e) La necesidad de formar a las personas adultas que por diversos motivos no pudieron acceder a los estudios básicos.
- f) Atender a los alumnos/as con especiales necesidades cognitivas y físicas.
En los setenta Francisco Franco
estaba ya enfermo y el régimen comenzaba a abrirse al mundo gracias en parte a la labor de Estados Unidos y del
Vaticano; gracias en parte a políticos comprometidos con el “aperturismo”
del régimen hacia un posible cambio de
régimen en España que le permitiera acceder a la CEE (Comunidad Económica Europea) y a los organismos del sistema de
Naciones Unidas.
La educación se vio como el pilar
fundamental para promover el cambio social en España. La ley consagraba la
educación como un “derecho” de
todos/as los ciudadanos/as españoles. En
los niveles de Preescolar, EGB, BUP y COU la educación se ofrecería de manera
gratuita y con carácter universal en los centros públicos y concertados.
La ley 14/1970 contemplaba cuatro
etapas pre universitarias:
-
Preescolar:
comprendía dos etapas:
o
“Jardín de
infancia” (de los 2 a 3 años de edad, también conocida popularmente como “bebuchos”)
o
“Escuela
de Párvulos” (de los 3 a 5 años , “Parvulitos”)
En esta
primera etapa se veía aun como una etapa
de transición del hogar a la escuela y de socialización de los menores.
-
E.G.B.
(Educación General Básica) comprendía
dos etapas
o
1º Etapa: de los 6 a los 10 años (niños)
o
2º Etapa: de los 11 a los 13 años (Preadolescentes)
En esta etapa
comenzaban a impartirse los conocimientos básicos (Lengua, literatura,
ciencias, historia (“sociales”) y a evaluar el trabajo realizado de los alumnos
(los exámenes y las tan temidas notas).
Incluían educación física (gimnasia principalmente), educación
religiosa (obligatoria aun en esta época), se estimulaba la educación “plástica” (artística) y la educación “musical” (solfeo principalmente, tocar
un instrumento (la flauta principalmente) y canto coral).
Curiosamente
en la segunda etapa hubo un año que incluso se impartía educación sexual, pero
que duró muy poco tiempo por las protestas generadas. Cosas de la moralidad de
la época.
Esta educación
sexual se vio desde algunos sectores “aperturistas”
como necesaria debido al aumento exponencial de madres solteras adolescentes y
embarazos no deseados. Los promotores
(una minoría que se exponían al rechazo público y a procesos penales) quisieron
ver en la educación sexual una forma de prevención contra estas situaciones que
afectaban duramente a sus protagonistas y familias.
Los que estudiamos
la EGB, al menos según mi experiencia, diferenciábamos
en nuestras infantiles mentes entre los “pequeños”
(1º etapa) y los “grandes” (2º
etapa). La primera etapa era más
propicia a las travesuras infantiles y las segundas éramos algo más formalitos;
aunque no era algo generalizado.
Al terminar la E.G. B se le concedía al alumno un Certificado de Escolaridad y el título de
Graduado Escolar, lo cual le valía para acceder al B.U.P y para
incorporarse al mercado de trabajo.
-
B.U.P. (Bachillerato
Unificado Polivalente) comprendía una única etapa de tres años (de los 14 a
los 16 años)
En esta etapa
se ampliaban los estudios de la E.G. B. a
través de las múltiples especialidades que ofrecían los centros.
Mantuvo la
idea decimonónica de dividir el conocimiento en dos grandes bloques “Letras y Ciencias”, los que estudiaban “letras”
solo recibían enseñanzas especializadas de lengua, literatura, arte,
historia, geografía, filosofía…. También había asignaturas de ciencias pero
estas eran consideradas como de segundo nivel.
A la contra los que estudiaban “ciencias”
se especializaban en Matemáticas, física, químicas, ciencias biológicas, etc… para ellos las asignaturas de letras eran
secundarias.
Esta división
entre “letras y ciencias” generó toda
una competencia entre alumnos y profesores.
Los que eran de letras no se juntaban con los de ciencia y viceversa.
Para arreglar esta competencia los expertos propusieron crear las “letras y ciencias mixtas” para aquellos que no deseaban decantarse por
ninguno de los dos bandos.
El principal problema
de esta división era que lo que se escogiese marcaba el futuro del alumno. Teniendo
en cuenta que en esta etapa escolar los
alumnos de B.U.P. eran adolescentes en su momento más álgido de rebeldía,
definir el futuro de un alumno en función de lo que se eligiese era como jugar
a la ruleta rusa.
Al terminar el
B.U.P. se sacaba uno el “título de bachiller
superior” que le permitía acceder a la universidad, previo paso por el C.O.U.
-
C.O.U. (Curso
de Orientación Universitaria). comprendía un único curso de transición
entre el bachillerato y la universidad. En el COU y en la posterior Selectividad,
el alumno se preparaba también para entrar en el mundo de los adultos, dado que
generalmente entraba en la universidad siendo mayor de edad o a punto de serlo
(17 o 18 años).
La idea de
este curso extraño era preparar a los alumnos para la universidad; pero en la
práctica fue un curso - academia para preparar los exámenes de selectividad,
que eran los que realmente daban la nota necesaria para acceder a una carrera
universitaria.
Para la
mayoría de los que estudiamos C.O.U. estudiábamos lo mismo que en BUP pero
enfocado a preparar los exámenes de selectividad. Era algo así como una sala de
espera, como un año sabático de desconexión del instituto o colegio y una
despedida por todo lo alto de la adolescencia.
A todos los “egeberos” les gusta recordar el COU
porque sin duda fue el año más divertido de cuanto estuvimos en nuestra
etapa escolar.
La temida selectividad fue sin duda el momento
más amargo y el trance más peligroso de esta ley. Te jugabas tu futuro
literalmente a una carta. Si aprobabas
ibas a la universidad (era lo que la mayoría de los padres querían para sus
hijos); si no tenías que ponerte a
trabajar (se veía como una deshonra familiar
y social a principios de los años 80). Con
la mentalidad adolescente y del BUP era muy complicado asumir tanta
responsabilidad. Por suerte para este que escribe aprobó la selectividad (por
supuesto en septiembre como mandaban los cánones del mal estudiante) y entré en
la universidad.
Además de estos niveles educativos, existía de forma
paralela la Formación Profesional,
más conocida como la FP. Siempre fue el “patito feo” de la educación en España en
aquella decimonónica creencia que quien no valía para estudiar, tenía que
trabajar y eso de trabajar se veía como un castigo y una deshonra social. A la FP iban los malos estudiantes, los
que generaban problemas o los que
directamente se negaban a estudiar.
A principios de los 80 aun iban a la FP los
hijos de familias con rentas bajas (trabajadores), se consideraba aun que los
hijos de los trabajadores tenían su futuro ya trazado de antemano en los
negocios familiares o en la misma profesión que sus padres. A partir de 1985 en adelante esta situación de
desigualdad comenzó a corregirse
fomentando la igualdad entre los que estudiaban en el itinerario escolar
básico (Preescolar, EGB, BUP, COU) y los que decidían estudiar siguiendo el
itinerario de la FP (1º grado, 2º grado
y 3º grado).
Otro aspecto
interesante de la Ley 14/1970 era la inclusión de sectores no escolarizados
hasta entonces como el colectivo de discapacitados cognitivos y físicos. A este
colectivo tradicionalmente se le había marginado social y legalmente. Para remediar esta injusticia social en la ley se preveía la creación de una “Educación
Especial” para estos alumnos en
edad de escolarizar, que debido a sus circunstancias personales no podían
seguir los itinerarios habituales previstos en la ley. El problema era que
faltaban docentes especializados y la mayor parte de los centros no estaban adaptados.
La segregación
en aulas diferentes sin tener en cuenta el grado de discapacidad del alumno,
dio lugar a un proceso de desigualdad en el trato y a la generación de
problemas relacionados con la
convivencia en los centros. Para la mayoría de los alumnos que seguían el
itinerario escolar “normal”, los que estaban en educación especial eran “subnormales o mongolitos”. La integración de estos alumnos “especiales” en las aulas de los alumnos “normales” era imposible de realizar por el rechazo de
los alumnos “normales” y el temor de
los padres de los “Especiales” al
bulling escolar contra ellos.
La ley en
principio se generó además de por el informe de la OCDE y las conclusiones del
Libro Blanco, por la necesidad de promover a los adultos que por diversas
circunstancias no pudieron estar escolarizados. Con la “Educación Permanente de Adultos”
se pretendía formar a este colectivo para facilitarle oportunidades en el ámbito
laboral; pero también para reducir la alta tasa de analfabetismo que aún
existía en 1970. En la universidad se
habilitaron los cursos-puente para facilitar el acceso a la universidad a los mayores de 27 años.
La ley en
líneas generales fue un avance en la política educativa española, atrás quedaba
la vieja concepción de la educación como un privilegio de los potentados y
pasaba a ser un derecho universal del ciudadano. Atrás quedaban los métodos pedagógicos y didácticos
de la época de la república y de los primeros años del franquismo. La Ley General de Educación que entró en
vigor en el curso 1970-1971 cambió para mejor la vida de los españoles. Poco a
poco a lo largo de los años 80, en especial con la reforma de 1982, permitió eliminar
el analfabetismo, dar acceso universal a la cultura, fomentar la creatividad e
innovación y mejorar las capacidades cognitivas y profesionales de los españoles.
La LOGSE (Ley Orgánica General del Sistema Educativo)
aprobada en 1990, adaptaba la ley
anterior al sistema educativo europeo y modernizaba las estructuras básicas del
sistema educativo español. Sin embargo, cuestiones de índole política e ideológica
incomprensibles y la falta de recursos para ponerla en marcha, impidieron que el proceso de construcción de
un verdadero sistema educativo español pudiera llevarse a cabo.
En el curso 1996 - 1997 se puso fin a la E.G.B
con la graduación de los últimos alumnos que cursaron 8º de EGB. Estos alumnos pasaron a formar parte del nuevo
sistema previsto en la LOGSE: la ESO (3º = 1º BUP y 4º = 2º BUP) y el Bachillerato
(1º = 3º BUP, 2º = COU).
La ley de
calidad posterior (1993), las reformas y contrarreformas ideológicas nos llevan
hoy a plantear la verdadera necesidad de un plan general de la educación para España
hecha por los interesados (comunidad
educativa), al margen de la competencia
ideológica o de los intereses económicos o políticos que pudieran entrar en
juego. La educación es vital para la construcción de una sociedad libre y
democrática, es algo con lo que no se debe jugar.
La Ley 14/1970 de 4 de agosto fue sin duda el
punto de arranque, pero por desgracia no se pudo continuar su desarrollo. Hoy
tenemos la oportunidad de retomar donde se quedó: 1990, el proceso de construcción de un sistema
educativo moderno, eficiente, eficaz, de calidad, libre, gratuito, universal y
democrático.
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