un globo, dos globos, tres globos, la tierra es un globo que se me escapó...
Con esta popular canción televisiva (1974-1979) los hoy cuarentones y algunos casi cincuentones recordamos con nostalgia sana una serie de programas televisivos donde la imaginación se usaba para aprender y la enseñanza era impartida por esos entrañables teleñecos con la rana Gustavo a la cabeza, seguido por esa pareja inseparable de Epi y Blas, o el divertido monstruo de las galletas.
Entonces nuestros héroes infantiles eran estos muñecos, los habitantes de ábrete sésamo, la maldad sana de la bruja avería (Olvido Gara), los Payasos de la Tele con nuestro añorado Fofó a la cabeza, la abeja Maya, la adorable Heidi, y como no el pobre Marco, que sin oficio ni beneficio, atravesó inexplicablemente medio mundo con su mono Amedio desde Italia hasta la lejana Argentina para ver morir allí a su madre nada mas llegar, todo un drama.
Nuestros juguetes hoy sexistas (en aquella época ni nos planteábamos si eran o no sexistas) para los niños eran las canicas, los cromos adhesivos, los juegos de mesa como el Monopoli, el tres en raya,o el Risk, los cochecitos metálicos, los modernos coches teledirigidos y ¡como no! el siempre anhelado Scalectric. En muñecos: los click de Famovil, los pitufos (y la pitufina claro), los madelman y los geyperman con todos sus accesorios.
La muerte del dictador Francisco Franco y la proclamación de Juan Carlos I la vivimos en directo por Televisión. Todo un país frente a esa caja mágica que nos mostraba la realidad de un país que se encaminaba hacia la democracia, o al menos eso fue lo que aprendimos en el colegio.
Como puede deducirse yo estudié en la EGB y me siento muy orgulloso de pertenecer a esta generación de "naranjitos". A mis recién 48 años cumplidos me siento aun vital para afrontar con ilusión, como mínimo una segunda etapa en mi vida. A ver si llego a centenario.
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