España la indestructible




Estaba esperando a que hubiera fumata blanca en el gobierno para poder analizar con cierta ironía y critica lo ocurrido en nuestro querido país  estos últimos meses de autodestrucción vitalista y populista.  Muchas cosas se han dicho en estos días y me quedo con algunas relevantes (al menos para mi).  

Lo que me ha quedado claro es que en 1978 nos prometieron caminar por la senda constitucional y parlamentaria hacia un régimen "democrático".  Así fue al menos hasta mediados de los ochenta del siglo pasado. A partir de entonces la deriva del régimen democrático fue en retroceso hasta llegar al cambio de siglo al punto de regresar a regímenes anteriores que creíamos ya superados.  Y vuelta a empezar...

Hagamos memoria histórica: En el siglo XIX cuando la burguesía ascendió socialmente y ocupó a partir de 1837 el poder político en España diseñó un régimen de tipo oligárquico y caciquil en el que una minoría controlaba tanto el poder político como económico de España. La nobleza entonces aliada con la burguesía facilitaba los contactos de los próceres locales (empresarios y políticos) con la corte palatina y los nuevos órganos parlamentarios (congreso y senado) creados en la Constitución de 1812 pero efectivos a partir de la Constitución de 1837. 

Todos los proyectos comerciales, industriales, de infraestructuras o de cualquier otra índole se les encargaban a determinadas empresas locales. Empresas que en esta época eran negocios familiares.  Las vinculaciones y relaciones familiares crearon un sistema endogámico que en la práctica suponía el control directo de las finanzas, la economía y la política local. 

Estas familias empresariales que forjaron las grandes oligarquías locales urbanas  y detentaron el poder caciquil en el ámbito rural,  pervivieron en el siglo XX. Si antes la sangre y los títulos de nobleza servían para abrir puertas a los grandes negocios; ahora en el siglo XX el capital era el causante de dichas aperturas. Muchas sagas familiares se vincularon a los partidos políticos de referencia. Colocar en el gobierno o en el partido del turno gobernante, era garantía suficiente para asegurar el éxito de la operación mercantil. 

Incluso durante la II República las oligarquías supieron sobrevivir aupadas por la oposición monárquica y de derechas. Ellos controlaban la economía local, en el nuevo régimen aunque con limitaciones, seguían controlando la economía de manera indirecta.  En la dictadura de Franco camparon a sus anchas ampliando su radio de acción y cuando de nuevo volvieron los vientos "izquierdistas" durante "La transición"   buscaron la forma de seguir sobreviviendo. La Constitución de 1978 no fue de su agrado dado que daba esperanzas a aquellos que querían un verdadero régimen democrático y el fin del régimen oligárquico. 

A mediados de los ochenta el gobierno socialista se relajó en la creencia que iban por el buen camino, lo cual favoreció la colonización de los cuadros intermedios del PSOE por miembros procedentes de la clase media, herederos naturales de las familias oligárquicas.  También la UCD (Adolfo Suarez) y AP (Manuel Fraga Iribarne) fueron igualmente colonizadas por las familias oligárquicas. 

Tras la Expo de Sevilla, comenzó el caos de la política en España. Los casos de corrupción - que salpicaron también a la Expo 92 y a los Juegos Olímpicos -  comenzaron a visibilizarse por medios de comunicación en busca de nueva audiencia para evitar su cierre por motivos financieros.  La política se convirtió desde entonces en un circo mediático. La luchas intestinas entre los partidos y dentro de los partidos impedían avances sustanciales. En el cambio de siglo afloraron casos mayores de corrupción urbanística y de financiación irregular de partidos políticos. El escándalo se manifestó en la calle por medio del descontento y desconfianza hacia la clase política. El 15 M fue sin duda el punto de arranque del "¡basta ya!" clamoroso de la sociedad hacia sus políticos.  

Una nueva hornada de políticos comenzaba a visibilizarse del mismo modo que lo hizo la juventud vitalista de principios de siglo XX.  Muchas de las ideas de Ortega siguen aun vigentes. El pueblo desea democracia pero lo que tiene claro es que no quiere democracia representativa (favorable al mantenimiento del régimen oligárquico bajo la apariencia de democracia); sino que quiere intervenir directamente sobre la "res publicae" (asuntos públicos). Apuestan por la democracia participativa y por la resolución conjunta de los problemas comunes. 

Como se decía en "Il Gattopardo": 

"si queremos que todo siga como está,necesitamos que todo cambie"

Y para que todo cambie es preciso aparentar una cosa y ser otra muy distinta añado yo. El transformismo político de algunos de nuestros ilustres próceres llama la atención y me confirma nuevamente lo que todos ya saben que por "mucho que el mono se vista de seda, mono se queda". Si alguno espera regeneracionismo en el recién elegido Presidente del Gobierno, de cuyo nombre si quiero olvidarme para no hacerle propaganda gratuita, que se lo tome con calma. "Ni está, ni se le espera".  

A mi modesto entender de politólogo tertuliano amateur: Ciudadanos debería tomar distancias para no contaminarse por el hedor infernal del PP; Unidos Podemos debería pilotar la nave hacia posiciones mas centradas; quizás ocupando el espacio dejado libre por el PSOE.  Al PSOE de mis amores (El de Sanchez se entiende) le pido refundación y regeneración interna a lo Suresnes. Al PCE  recuperar la bandera roja que falta os hace para ... ser visibles.   A mis amigos catalanes les digo: Podemos hacer cosas juntos pero no hace falta tirarnos los trastos a la cabeza. Hablando se entiende la gente (esto también se lo digo al Presidente del Gobierno "a dia de hoy").

En fin queridos conciudadanos , patriotas y otra fauna monarquicana os deseo un buen puente de Halloween, Holywins o como cada cual quiera denominarlo. Al menos nos divertiremos..... Salud,  República y Monarquía.





Comentarios

Entradas populares