La bandera Blanca y Verde
En 1918 un
grupo de intelectuales andaluces se reunieron en Ronda para plasmar en un
documento la hoja de ruta para la formación de un movimiento regionalista
andaluz. En ella se plasmaron los
símbolos identitarios andaluces: la bandera, el himno y donde a su parecer debía
establecerse la capital de Andalucía (Antequera). Este congreso estuvo precedido por otros
congresos regionales creados por
intelectuales que buscaban cambiar la situación del pueblo andaluz. La miseria,
el desempleo y el abandono político, generaban muchos conflictos sociales, en
especial en el campo donde la situación era si cabe peor.
Al frente
del mismo estaba el notario Blas Infante Pérez de Vargas (1885-1936), natural
de Casares (Málaga), aunque afincado en otras localidades andaluzas a causa de
su profesión. Además de un notario de
cierto prestigio, era un gran intelectual sensibilizado por la situación de
miseria del campo andaluz. Como otros regeneracionistas consideraba que había
que hacer algo para remediar tanta pobreza.
Desde
finales del siglo XIX los románticos europeos que pasaban por Andalucía quisieron aportar algo
a sus anfitriones. El conocimiento y la cultura internacional comenzaban a
entrar en Andalucía de manos de personajes como el norteamericano Henry George
(1839-1897), creador del movimiento que lleva su apellido “georgismo”. El ideario
universalista, fisocrático y reformista de H. George influyó en muchos
regeneracionistas andaluces como Blas Infante.
H. George
como buen intelectual victoriano consideraba que cada persona puede hacerse a
uno mismo si sigue el instinto de su vocación. Cada persona puede ser un “genio” en potencia, si cultiva sus capacidades físicas y
cognitivas. El sentido proactivo y constructivo debe dar lugar a la disposición
de sus capacidades para un fin mayor o superior. El individuo así considerado puede alcanzar
grandes metas en la vida, proporcionando a la comunidad todo su saber y
conocimiento.
La comunidad
entendida como “Común – Unidad”. En
Ronda este sentir se manifestaba en conformar la común unidad del pueblo
andaluz. Es decir, crear la comunidad andaluza como cuerpo social, económico y político
con entidad fuerte e identidad reconocible. Estrechar lazos entre todos los pueblos y
ciudades para crear Andalucía como una gran comunidad destinada a su propio servicio,
“al
servicio de España y de la humanidad” como reza la letra de nuestro himno.
Si bien las
causas económicas dominaron tanto en el movimiento georgista decimonónico; como en el andalucista de Ronda, las cuestiones culturales y políticas también
se trataron como temática secundarias. Uno
de los elementos distintivos fue la recuperación de la bandera blanca y verde
como enseña regional o comunitaria de Andalucía.
Los colores heráldicos
hacen referencia a dos características del pueblo andaluz: la esperanza (verde)
que podría interpretarse como ilusión por un futuro mejor que lleva
necesariamente al andaluz a ser una persona emprendedora y creativa; la paz
(blanco) que muestra el carácter pacífico, hospitalario y de adaptación a los
cambios propio de los andaluces.
El escudo heráldico
central refleja el mito de Heracles o Hércules. Héroe griego identificado con
el trabajo, el coraje, el orgullo, la amistad y la fertilidad. Todas ellas
virtudes propias atribuidas por igual a los andaluces. El héroe va escoltado
con dos leones que simbolizan la fuerza y el espíritu emprendedor de los
andaluces. Las columnas acoladas representan las dos orillas del estrecho de
Gibraltar (La roca de Gibraltar y el monte hacho de Marruecos) y la unidad
cultural de ambas orillas en la cultura andaluza.
En cuanto a
los lemas que figuran en el escudo: en la parte superior: “Dominator Hercules Fundator” en alusión al mito de Hércules, en las
columnas “non plus ultra” que refleja
los vínculos de Andalucía con América y en finalmente en la parte inferior el
lema “Andalucía por si, para España y la
Humanidad” que refleja la universalidad del espíritu andaluz.
Otro de los símbolos
de Andalucía aprobados en Ronda es el Himno de Andalucía, atribuida la letra al
propio Blas Infante:
La bandera
blanca y verde
vuelve, tras
siglos de guerra,
a decir paz
y esperanza,
bajo el sol
de nuestra tierra.
¡Andaluces,
levantaos!
¡Pedid tierra
y libertad!
¡Sea por
Andalucía libre,
España y la
Humanidad!
Los
andaluces queremos
volver a ser
lo que fuimos
hombres de
luz, que a los hombres,
alma de
hombres les dimos.
¡Andaluces,
levantaos!
¡Pedid
tierra y libertad!
¡Sea por
Andalucía libre,
España y la
Humanidad!
Epílogo
Blas Infante
Pérez de Vargas está hoy considerado como el “Padre de Andalucía”, el que puso la primera piedra del movimiento
andalucista, el que inspiró la comunidad autónoma de Andalucía y el que por sus
ideas fue ejecutado por aquellos que no deseaban emprender un nuevo camino para
acabar con la miseria del campo andaluz.
Hoy
Andalucía es próspera y líder en muchos sectores económicos, el analfabetismo
prácticamente ha desaparecido y la miseria aunque existente, nada tiene que ver
con la que Blas Infante vio con sus propios ojos.
40 años después
de reclamar la autonomía para Andalucía en aquella histórica manifestación, no
puedo si no recordar al que para muchos ya está considerado como el primer mártir
del autonomismo andaluz. Un héroe para muchos andaluces llamado Manuel José García Caparrós (1950-1977),
muerto en la manifestación de Málaga del 4 de diciembre de 1977 por disparos de
la policía armada. Muchos andaluces reivindican hoy que el día de Andalucía sea
el 4 de diciembre y no el 28 de febrero. Esperemos que las autoridades lo
reconsideren. En 2009 fue nombrado Hijo
Predilecto de la Provincia de Málaga y en 2013 Hijo Predilecto de Andalucía.
A todas las
andaluzas y andaluces
¡Feliz día de Andalucía!
Seguid trabajando
por Andalucía, España y la Humanidad
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